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De vuelta al ruedo

We're back

Foto de Dom Fou en Unsplash


Finalmente, después de casi dos años, muchos de nosotros volvemos a ‘debutar’ en las aulas. ¡Vaya, casi que se siente como algo nuevo! En mi caso, cursaré quinto semestre pero la sensación es como la de un primíparo por el poco tiempo que he pasado en el campus. Y a pesar de que puede causarle algo de sorpresa a algunos, desde el primer día de cuarentena en 2020, todos sabíamos que algún día este momento iba a llegar, la hora cero para regresar a la presencialidad total.


Para serte sincero, me siento emocionado y expectante por lo que vendrá. Pero tampoco puedo negar que tengo presente esa ligera sensación de temor por el hecho de saber que las cosas serán más complicadas. Por supuesto que no soy el único que se siente así, es más, posiblemente también tú te sientas así. El asunto es que sea como sea que nos sintamos, si hay una cosa que debemos tener clara es la de ser ganadores al final del curso y disfrutar al máximo este retorno.


Con la mente en el juego



Las clases presenciales son más exigentes porque requieren de un mayor esfuerzo físico y mental. Ya no hay grabaciones, ya no funciona el “se me fue la conexión, profe” y ya no podemos levantarnos 15 minutos antes de la hora de inicio. Incluso si no hacías nada de lo que acabé de mencionar, no cabe duda de que la presencialidad es más desafiante que ver la pantalla de un celular o computador. Sin embargo, en mi opinión, no deberíamos ver esto como algo negativo, vamos, después de todo solo estamos volviendo a cómo deberían ser las cosas. Sencillamente es cuestión de tiempo adaptarnos y acostumbrarnos.


Desde mi punto de vista, un buen estudiante debe poner en práctica la disciplina y la concentración. La primera para mantener constancia en el estudio y la segunda para lograr un verdadero aprendizaje. Es por eso que se hace tan necesario prestar atención en las clases y posteriormente complementar lo visto con lecturas y actividades de refuerzo. Por otro lado, estar enfocados en el estudio no solo se limita a las clases, ya que estar atentos también nos da la capacidad de captar nuevas oportunidades. Un ejemplo de esto es formar grupos de trabajo con compañeros y de paso hacer nuevas amistades. Otro escenario puede ser involucrarnos en grupos estudiantiles o clubes para trabajar ciertas habilidades. El punto es que estar pendientes e involucrarnos de lleno en la vida universitaria o escolar significa múltiples oportunidades de crecimiento tanto profesional como personal.


Se gana desde el primer día



Ser responsables y organizados es vital para lograr un balance sano entre el estudio, la vida social y nuestros hobbies. Hay que entender que el estudio es nuestra prioridad y no nuestro martirio. Esto se logra estableciendo buenos hábitos desde el día uno, esto incluye respetar nuestras horas de sueño, hacer las cosas con tiempo, evitar sobrecargarse y disfrutar de otras actividades en su debido tiempo. La actitud es clave, solo piensa que si te levantas con la mentalidad de tener un buen día, pues probablemente la vida te sonreirá. Claro que habrá días no muy buenos, sin embargo, siempre debemos procurar mantener una posición positiva de cara al mañana.


Un consejo que me gustaría compartirte es que jamás dejes de lado el respeto. Recuerda que si hay algo que caracteriza las clases face to face es que volvemos a estar ahí con las personas, ya sean profesores o compañeros. Puede presentarse el caso de que no nos agrade alguien o que una persona no guste de nosotros, no obstante, eso no puede traducirse en faltas de respeto u ofensas de nuestra parte. Sencillamente, hay momentos donde es mejor reservarse ciertos comentarios para uno mismo. Te invito a que siempre nos mantengamos en una posición respetuosa y busquemos el diálogo para resolver los conflictos.


Los momentos difíciles van a existir


Nadie es un sabelotodo y es normal que nos sintamos frustrados cuando algún tema se nos dificulte o no tengamos mucha motivación para estudiar. O incluso, el escenario que nadie quiere, obtener una mala calificación en un trabajo o examen. Todo esto puede pasar, no estamos exentos de vivirlo. Sin embargo, todo en esta vida tiene solución, y la solución es ser proactivos. La proactividad significa buscar ayuda, esforzarse más y hasta hablar con el profesor sinceramente para comentarle nuestra situación. Te aseguro que si eres proactivo podrás salir del problema y conseguirás la victoria. Recuerdo que en primer semestre perdí un examen de contabilidad y me sentí muy triste, no obstante, busqué ayuda y me preparé mejor ¿Adivina qué? Al final, pude ganar la asignatura y esa experiencia me quedó de aprendizaje. ¿Lo ves? Las lágrimas no duran mucho tiempo si adoptas la actitud correcta.


En conclusión, ser unos campeones es tanto ser exitosos académicamente como disfrutar de las bondades que nos ofrece la experiencia. Hemos estado casi dos años viendo una pantalla, es hora de que vivamos todo lo que nos hemos perdido. ¡Ánimo! Somos jóvenes y es momento de sembrar para en el futuro cosechar por montones.



Si te gustó el mensaje, te agradezco mucho si lo compartes y me dejas tu like. Me encantaría leer tus pensamientos sobre este tema abajo en los comentarios. Te deseo una buena semana, ¡nos vemos! ❤

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